lunes, 22 de abril de 2013

Odio las peluquerías-

Cómo odio las peluquerías.

Sí, esas habitaciones generalmente pequeñas en que las sillas giratorias se erigen como tronos, como monumentos al narcisismo—siempre sitas frente a espejos—, y sobre cuyas paredes está infaltable el diplomita de cualquier instituto cercano y el certificado de funcionamiento, horrorosamente plasmados en las paredes como sentencias premeditadas. Aquellos catálogos rellenos de fotos de

sábado, 6 de abril de 2013

¿Sé verla al revés?

ACHTUNG! Ich ankam. kleines.


Sí, llegué y solo para explicarles algo: ¿Por qué Sé verla al revés? ¿Qué intento con este blog? ¿A quién le importan los vómitos líricos de Joseph? y así...
Bueeeeno, va:

El nombre del blog, Sé verla al revés, surgió de una de mis pequeñas pasiones: los palíndromos. Un palíndromo es una frase que se lee de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Me gusta confeccionar palíndromos, claro está. Así, Sé verla al revés es un palíndromo que descubrí—porque dudo que haya sido el primero en "crearlo"— y bueno, eso y estotro, quedó como nombre.

Ahora, Sé verla al revés es un blog, evidentemente, pero es más una bitácora, un diario—llamándolo de la manera más pinky—; ese sitio en el que dejo escritas las situaciones, ideas, poesía barata (mía) y delirios que aparecen volátiles en mi mente, para no perderlos y además para compartirlos con mis 3 lectores. Y bueno, no es nada académico, lo lamento, leoncitos.

Y eso fue todo por hoy, marinos; miren el cielo y lean mucho. Un abrazo desde London Town.




El Sámuel y yo, déjennos ver tevé.